miércoles, 6 de octubre de 2010

Viviendo a la luz de la fe





"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1)






Sabes, hay muchas maneras de ver y muchas maneras de estar ciego…
Hay quienes desde su nacimiento se han visto privados del sentido de la vista y a quienes no nos ha sucedido esta experiencia nos resulta muy difícil poder imaginar lo que sería nuestro mundo sino pudiéramos apreciar formas y colores. Ahora, quienes han nacido sin el sentido de la vista han desarrollado mucho más los otros sentidos: tacto, olfato, gusto, oído y pueden “ver” con su propia claridad la realidad en la cual nosotros estamos.
También para muchos la experiencia es la de que por un accidente, enfermedad o por el paso de los años van perdiendo parcial o totalmente la posibilidad de ver y necesariamente han de prescindir de este sentido y se ven forzados a desarrollar los otros.
Además nos suele suceder a quienes vemos, que en más una ocasión lo que es increíblemente evidente queda fuera de nuestro campo visual y no tomamos contacto con esa realidad que para los demás es tan palpable.
Y debiéramos agregar según versa el dicho: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Aquí ya nos situamos en la realidad de no querer tomar contacto con diversas cuestiones que por dolorosas, críticas o comprometedoras optamos por hacemos los distraídos y hacemos cuenta de que no están...

La fe nos abre los ojos…
Aquello que de otra manera no entraba en nuestro campo visual es posible gracias a la fe. Es decir, podemos ver a la luz de la fe!
La fe como regalo (don) de Dios en la persona de Jesús nos abre la vida a un nuevo horizonte. Con lo ojos de la fe podemos ir mucho más allá de nuestras limitaciones. Estas pueden ser las grandes oportunidades para que el poder de Dios se manifieste en medio de nuestra vida pudiendo hacer grandes cosas según su propósito. Por medio de la fe los muros de Jericó cayeron, la estéril dio a luz y muchos se hicieron fuertes en medio de la debilidad…
La fe nos permite mirar las cosas de otra manera, nos concentramos en lo verdaderamente importante, sin perder el tiempo en lo que resulta estéril y sin sentido.
La fe nos hace ir más allá de lo mínimo requerido o cumplir con la ley del menor esfuerzo posible! Nos conduce a que podamos realizar parte de los sueños de Dios para nuestra vida, en nuestro tiempo y para nuestra gente en la plena seguridad de que su Gracia nos cubre y nos anima.
Los ojos de la fe nos permiten percibir el triunfo definitivo, que nos muestra Jesús desde la Cruz, del bien sobre el mal, y nos permiten también sumarnos a él y su proyecto de vida y vida en abundancia.

Vivir a la luz de la fe
Jesús a muchos ciegos les devolvió la vista poniendo sus manos sobre sus ojos. Te quiero decir que nosotros también nos podemos poner en sus manos de modo que cada día nos abra los ojos de la fe.
Al que cree todo le es posible le dijo Jesús al padre que le buscaba para que su hija sanara. Y este le dijo, sí creo ayuda mi incredulidad.

Te invito a que en este día le pidas al Señor que te ayude en tu poca fe. Te animo a que tomes la decisión de poner tu voluntad y tu vida en las manos de Dios. Y descubrirás que lo imposible para el hombre es posible para Dios!

¿Qué esperas de la vida?
¿Cuál es tu visión de la vida?
¿En qué áreas de tu vida necesitas mayor luz?
¿Qué obstáculos te paralizan?

Oración: Señor te pido que me saques del conformismo, transforma mi espíritu y corazón para que pueda recibir una visión renovada de mi vida. Y que los impedimentos que descubro sean oportunidades para que tu poder sea manifiesto.

Pensamiento para el día: “El justo por la fe vivirá”



Américo Jara Reyes (Superintentendente Segunda Región IEMA)




1 comentario:

  1. Me apena que en toda la gente de Jericó no hubiera ni un solo ser con fe y vista para impedir que el misógino pueblo de Israel que iba haciendo limpiezas étnicas masacrara su puebo y "a filo de espada destruyera todo cuanto habia en la ciudad, hombre y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes las ovejas y los asnos" Josue 6:22. No me parece muy feliz la cita de los muros de Jericó, sigo ciego, necesito un lazarillo pues voy caminando al tiento. juransiku@gmail.com

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