viernes, 11 de marzo de 2011

Como las hormigas


Queríamos hacer un campamento inolvidable. Charlando con los líderes, pensamos quéimportante es que cada uno descubra el sueño de Dios para su vida. Queríamos que ese sueño con Dios refrescara el alma de cada uno de los chicos y de nosotros. Aunque quedaron muchas preguntas y experiencias que seguramente seguirán alcampamento, podemos afirmar que el objetivo se alcanzó.

Personalmente disfrutémucho esos días en que pude romper la rutina de mi casa y de mis responsabilidadesanuales.La naturaleza en ese lugar nos acompañó y supimos gozarla. Me acuerdo de acampantesque se quedaban asombrados con las luciérnagas, las noches estrelladas, hasta con lossapos que nos acompañaban en el baño.

Creo que el espíritu del grupo y la convocatoriacristiana nos hicieron apreciar la belleza de nuestro mundo aún en las pequeñas cosasque nos rodean a diario. Pensamos ¿para qué creó Dios estas cosas? Para hacer un balance en el ecosistema. Sí. Pero también las creó para que un mes de enero de 2011un grupo de chicos y chicas las disfrutemos y aprendamos con ellas.

En la Biblia hay unos versículos que justamente hablan de cuatro animalitos que aunquepequeños, son “más sabios que los sabios”. Pensemos en el primero. (Prov. 30.25 )“Las HORMIGAS, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida”. ¡Qué fantástica cualidad les dio Dios a estos insectos! Están PREPARADOS parael crudo invierno cuando no podrán salir en busca de alimento. Me parece que en elcampamento nosotros fuimos un poco “hormigas”, ya que nos llenamos de alimentoespiritual y nos refrescamos para afrontar los problemas del año y los retos que nospresentarán estos sueños de Dios para nosotros.

¡Cuántas curiosidades y expectativas que generaron las charlas! Algunos queríanya poder descifrar el sueño de Dios pero entendimos que habrá que pasar tiempoleyendo “el instructivo de Dios” que es la Biblia. ¡Qué libro difícil la Biblia! A veces uno la lee y no entiende nada. ¡Y tan poco tiempo que nos deja la escuela!

Miren, les cuento una pequeña historia que encontré en internet. Un niño le decía a su abuelo que no se acordaba nada de lo que leía en su Biblia porque tampoco entendía nada. Ellos vivían en el campo cerca de un río y en la casa tenían un canasto donde guardaban carbón. El abuelo vació el canasto y se lo dio a su nieto dicéndole que vaya al río y traiga el canasto lleno de agua. El niño no sabía para qué, pero obedeció. Por supuesto que toda el agua se le escurrió por el camino y llegó a la casa con la canasta vacía. El abuelo le dijo que intentara de nuevo y esta vez debía caminar más rápido. El niño obedeció pero como ustedes se darán cuenta, el agua se le escurrió por el camino. El abuelo le dijo que vuelva a intentar y que vuelva a intentar. Después de haber hecho el intento como diez veces, el chico protestó: Abuelo, esto es inútil, no consigo nada. El abuelo levantó el canasto y se lo mostró. ¿Nada?¿No ves cómo se ha limpiado del tizne del carbón? Ya nos damos cuenta lo que pasa cuando leemos la Biblia diariamente ¿cierto? Aunquenos parezca que entendemos poco y recordamos menos, la Palabra de Dios va limpiando nuestras vidas.

Dios tiene un sueño para vos, Él nos dio un gran manual que es la Biblia y tenemos que leerlo. Los problemas van a venir y nos van a agobiar, probablemente te van a robar tu tiempo, pero te animo a que le dediques siempre un ratito a Dios porque el realmente tiene un GRAN SUEÑO para tu vida, y de a poco quiere ir mostrándotelo y preparándote para el momento indicado. Quisiera cerrar esta idea con ese hermoso pasaje de Filipenses que dice “el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Date tiempo para ir absorbiendo el agua y entender cada vez más el proyecto de Dios para tu vida.

¡NO TE LO PIERDAS!!!


Danisa Alesandroni.

No hay comentarios:

Publicar un comentario